1 patata pequeña
2 Lonchas de pavo o pollo
1 loncha de queso light
15 gr. de mantequilla
Pimienta
1 cucharadita de ajo molido
Aceite de oliva virgen extra
Sal
¿CÓMO SE HACE?:
Lo más importante para conseguir unas patatas Hasselback perfectas, es hacer cortes de unos 2 milímetros entre uno y otro, y no llegar nunca a cortar la patata por la base. Para esto último, lo más recomendable es poner la patata sobre una cuchara grande o entre dos palillos de brocheta, y bajar el cuchillo hasta que el metal o la madera nos impidan seguir bajando. Previamente, habremos lavado bien la patata y la habremos dejado con su piel.
Hecho esto, cortamos también las lonchas de pavo o pollo (u otra cosa) y el queso en lonchitas del tamaño de la sección de la patata.
Mientras vamos precalentando el horno a 200ºC, repartimos los trozos de las lonchas entre los cortes de la patata, la regamos con un poco de aceite de oliva virgen extra, salpimentamos, espolvoreamos una cucharadita de ajo molido intentando que se cuele entre los cortes, y ponemos unos trozos de mantequilla sobre la patata.
Metemos la patata al horno durante 50 minutos. A falta de 5 minutos, sacamos nuestra patata Hasselback y con cuidado de no quemarnos, introducimos el queso en algunos de los cortes libres. Aprovechamos para comprobar si la patata está bien asada, o si necesita más tiempo.
Volvemos a meter la patata en el horno, hasta que esté en su punto con el queso bien fundido.